La vida de Lady Gaga tuvo muchos altibajos, más allá de que su popularidad actual parezca tapar todos los temores y dudas que la cantante alguna vez tuvo sobre si misma y sobre su carrera. El último video de la Madre Monstruo es también su producción más personal y más íntima. Se trata de "Marry the Night", un épico video musical de 13 minutos, que bien podría ser llamado un cortometraje, ya que la canción en sí no se escucha en la banda sonora hasta ya pasados los 9 minutos.
Durante el metraje del video, se la ve a Lady Gaga encerrada en un manicomio, retorciéndose en una bañera, bailando esquizofrénicamente con vestido de ballet (al mejor estilo Cisne Negro con Natalie Portman) y emergiendo de un auto negro en el medio de la noche vestida con un traje también negro que bien podría ser parte del bestuario de Mad Max. Es una visión surreal y delirante, pero con un corazón dolorido.
Siempre se pudo percibir algo siniestro, oscuro y muy sufrido debajo de las imágenes grandilocuentes de los videos de Lady Gaga. Incluso su video más logrado, "Bad Romance", parece estar lleno de sufrimiento, miedo y hasta de lágrimas. Lady Gaga se ve atrapada en un misógino juego de compra y venta de cuerpos (¿trata de blancas?), donde ella misma se encuentra en una suerte de remate futurista.
Pero en "Marry the Night", el dolor escondido en el meollo del personaje de Gaga está más al descubierto que nunca. Los llantos y gritos de Gaga, en este último cortometraje, pretenden visualizar un día negro en la carrera de la diva. Fue cuando se cayó su primer contrato discográfico con el sello Island Def Jam en el 2006.
"Volví a mi departamento en Nueva York, y estaba tan deprimida", dijo Gaga. "Ahí es cuando empezó mi verdadera devoción por mi música y mi arte".
"Fue uno de los peores días de mi vida y pasó de largo muy rápido, pero en mi cabeza (...) todo se ralentiza", siguió la cantante. "Yo soy la artista de mi vida. Yo eligo lo que le cuento a los demás. Si te rindes después de una situación así, es que nunca estuviste destinada a ser una artista".
"Amo los obstáculos. Cazarme con mis obstáculos significa que yo, la artista, acepta con el corazón abierto todo lo que se me pueda arrojar. Estoy destinada a luchar. Estoy destinada a escribir música sobre mi lucha y a aceptar esta situación con gusto".
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